PREPARANDO TU MOCHILA PARA EL CAMINO DE SANTIAGO

PREPARANDO TU MOCHILA PARA EL CAMINO DE SANTIAGO

Con la llegada del buen tiempo son muchos los que se animan a coger botas y mochila y seguir las flechas amarillas. Sin embargo, llegar a Santiago de Compostela no solo depende de sumar kilómetros. Existen una serie de aspectos que debemos cuidar antes de partir y que determinarán el éxito o el fracaso de nuestro reto. Nadie descuida la planificación de la ruta o el entrenamiento previo. Sin embargo, no muchos piensan en su mochila. Y después de 40 kilómetros, créenos, será lo único que tengan en su cabeza.

Por ello, en el post de hoy queremos ayudarte a hacer una lista del equipo básico y aconsejable para realizar el Camino de Santiago. Dicen los que acumulan credenciales que es muy fácil distinguir al peregrino que se acerca desde el Pirineo de aquel que inicia el camino en un punto más cercano con solo observar su mochila. Los macutos de los que se enfrentan a 100 kilómetros suelen ser mucho más voluminosos y pesados de los que parten desde Pirineos. Y sí, ellos son los que saben. Así que bajo la máxima del casi todo sobra, vamos a empacar: 


1. La mochila. Su elección es fundamental. Que tenga compartimentos de fácil acceso dentro de los cuales podamos meter accesorios de uso recurrente, como el termo o la cámara de fotos, es una condición indispensable. Teniendo en cuenta la climatología gallega, en la que la lluvia puede hacer su aparición incluso el 30 de julio, es importantísimo contar con un impermeable ajustable y adaptable, que cubra nuestra mochila y mantenga a salvo del agua todas nuestras pertenencias. Además, y después de unos kilómetros, también agradeceremos que incorpore asas para el descanso de nuestras manos. Por último y si vas a llevar esterilla, escoge una mochila que te permita colocarla y ajustarla en la parte exterior.


2. El saco de dormir y la esterilla. Todo dependerá tu plan. En Galicia, los albergues públicos te proporcionarán sábanas y una cama. Pero si no tienes muy claro qué vas a hacer o acampar entra dentro de tus posibilidades, elegir un buen saco y esterilla es muy importante. No podemos olvidarnos que descansar bien es clave para poder seguir sumando kilómetros. Para su elección, ten en cuenta que durante el invierno gallego las temperaturas oscilan entre los 0 y 10 grados y en verano los termómetros alcanzan los 30º, pero a la noche siempre refresca y la humedad está presente todos los meses del año.


3. En verano. Como bien decíamos antes no tiene nada que ver caminar a 30 grados con pasear a menos cero. Si vas a hacer el camino a partir de mayo, deberás incluir en tu mochila un buen sombrero o visera, que te proteja del sol -éstas también protegen tu nuca- y evite quemaduras e insolaciones. Además, podrás empaparlo en fuentes y ríos, y avanzar unos cuantos kilómetros bien fresquito. La crema solar y las gafas de sol también serán básicos si decides caminar con la llegada del buen tiempo.


4. En invierno. Aunque en Galicia te puede sorprender un día de lluvia y frío en cualquier mes del año, si tienes pensado hacer el camino de octubre a abril en tu mochila no podrán faltar un buen gorro de lana, unos guantes y una braga, para proteger tu garganta y evitar cualquier tipo de resfriado.


5. El chubasquero. Una pieza fundamental en cualquier momento del año. Es recomendable llevar uno cerrado, que impida la entrada de agua, que incorpore capucha y que facilite nuestra movilidad.


6. El termo o cantimplora. Llámalo cómo quieras. Pero llévalo siempre. Mantenerse hidratado durante el ejercicio es importantísimo.


7. Las camisetas. El número recomendado por la mayoría de expertos es de tres. La que llevarás y otras dos de repuesto. La mayoría de peregrinos eligen camisetas técnicas ya que son más ligeras, transpirables y cómodas. Estas prendas confeccionadas con costuras planas - en nuestra web tienes éstaésta- evitan que el sudor empape el tejido, impiden  rozamientos con la piel y regulan la temperatura del cuerpo.


8. El jersey o polar. Lo ideal es seleccionar una prenda que sea cómoda y que pese poco. En verano, será suficiente con llevar solo uno. En invierno y en función de los días de viaje, podemos meter dos en nuestro macuto.


9. Los pantalones. Con dos pares será también suficiente, uno para andar y otro para vestir al final de cada etapa. Entre los peregrinos, son muy populares los pantalones desmontables, ya que nos protegerán cuando haga frío y permitirán dejar media pierna al aire cuando el calor apriete.  Los deberemos haber usado antes de ponernos a caminar kilómetros con ellos. Trangowolrd es una de las marcas favoritas de los aficionados al trecking.


10. Calcetines. Os aconsejamos meter en la mochila tres o cuatro pares, de algodón y sin costuras. Es importante que esta prenda sea transpirable y evite que el pie se humedezca, para evitar rozaduras y ampollas. Los calcetines Lorpen incorporan la tecnología Coolmax®, que transporta el sudor de la piel al exterior del calcetín y presentan costuras planas y remalladas, siendo ajustables en el empeine y el arco del pie. Además su sistema Termolite permite regular el calor corporal. Recuerda que cuidar tus pies será fundamental para llegar a Santiago. Por lo menos, andando ;)


11. Ropa interior. Con tres o cuatro prendas será suficiente. Podremos lavarlas en cada etapa y secarlas durante el camino. Te recomendamos incorporar al equipaje alguna pinza, para colgar en los tendederos de los albergues todas las piezas que vayas limpiando.


12. Las chanclas y una toalla. Las chanclas son de uso obligado en las duchas de albergues y además favorecen el descanso de nuestro pie llegada la noche. Las toallas de secado rápido son la opción favorita de todos los peregrinos, ya que ni ocupan ni pesan en nuestra mochila.


13. Los bastones. Son muchos los peregrinos que se acercan a nuestra tienda física a por un bastón. Después de unos cuantos kilómetros echan de menos contar con un apoyo durante las largas caminatas. Estos de Ternua son uno de los artículos más populares de nuestra web.


14. Atención a los pequeños detalles. Además de todo aquello que incorpores en tu neceser- y que daría para otro post-, antes de cerrar la mochila comprueba que incorporas un brazalete reflectante, para caminar seguro a primera hora de la mañana o en aquellas jornadas más largas. Si vas a madrugar, llevar una linterna tampoco es una mala idea. Los más experimentados también recomiendan llevar tu propia funda de almohada para usar en los albergues. Y si eres de sueño difícil, compra ya unos tapones. En los espacios públicos pueden dormir fácilmente en la misma habitación más de 15 personas. Y no todas en silencio.  
Sabemos que son muchas cosas, pero en total no deberán superar el 10% de tu peso corporal. Así que nada, coge papel y boli, y piensa que menos es más.

Publicado el 26/05/2016 Home 0

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