¡Enhorabuena! Estás a solo dos días de correr tu primera maratón. 42,195 kilómetros te separan de la meta. Has entrenado duro, muy duro, para lograrlo. Todavía dudas. Temes que tu cuerpo falle. No conoces la ruta. Será la primera vez. Pero tranquilo. Lo vas a lograr. Y conocerás la dulce recompensa del esfuerzo.
Y aquí te dejamos 15 consejos para que ese día todo salga perfecto.
- Selecciona con cuidado tu ropa y elige siempre prendas que ya hayas usado antes. Ten en cuenta dónde y cuándo se celebrará la carrera, ya que no es lo mismo vestirse para correr a 10 grados que a 28, aunque siempre será recomendable elegir prendas ligeras y transpirables, que ayudan a absorber el sudor y evitan la pérdida de calor. La clásica combinación de camiseta de tirantes y pantalón corto suele funcionar. Si va a hacer frío, puedes usar una camiseta de manga corta por debajo y unos guantes finos. Si parece que te vas a congelar, puedes llevar unas mallas y una camiseta de manga larga. Piensa siempre que a medida que irás avanzando, podrás ir deshaciéndote de capas.
- Elige bien qué llevas en los pies. Las zapatillas que calzarás en el maratón deben tener un mínimo de 15 días de uso y entrenamiento. Si no superas los 65 kilos, podrás usar zapatillas de competición. Si no es así, elige unas con buena amortiguación y control de estabilidad. Ten en cuenta que durante la maratón tus pies se hincharán a medida que sumes kilómetros, así que calzar medio número más del que usas habitualmente no es mala idea. Y pon atención a los calcetines: que sean finos y sin costuras. Te ahorrarás ampollas y rozaduras susceptibles de arruinar tu carrera.
- Déjalo todo preparado el día antes. No, levantarte antes del maratón y pensar qué te vas a poner no es una buena idea. Deja todo preparado la noche anterior y ten en cuenta que estrenar algo ese día no es una buena idea.
- Vigila lo que cenas la noche anterior. Que sea algo ligero y digestivo. Y recuerda, cenes lo que cenes, no comas nada después de las siete de la tarde. Es bueno que nuestro estómago cuente con al menos doce horas para digerir lo comido. ¿Te imaginas tener que buscar un baño a media carrera por culpa de la cena?
- Haz una buena playlist. El día anterior relájate seleccionando temas cañeros y motivadores, que te pongan las pilas durante los cuarenta kilómetros. que vas a correr. Pasa de las baladas y las canciones lentas. Está más que demostrado el efecto de la música en el rendimiento deportivo. Así que ya sabes, ese día en tu móvil no puede faltar una larga lista con tus temas favoritos.
- Descansa bien la noche anterior. Resulta obvio, pero el descanso es fundamental. Vete a cama temprano, respira hondo y piensa en ti cruzando la meta. ¡Nada de ver la TV hasta las dos de la mañana!
- Desayuna temprano. Levántate tres horas antes de la carrera y prepárate un buen desayuno. Intenta evitar la fibra, la cafeína -si no la tomas habitualmente-, los lácteos, la carne y los huevos. Pero no subestimes su importancia. Un buen desayuno nos dará energías para afrontar la carrera con fuerza.
- Evita rozaduras. Antes de vestirte, vigila todas las costuras de tu ropa y aplica vaselina en todas y cada una de las partes del cuerpo que entrarán en contacto con ellas. Échate vaselina también en todo el pie y vigila que tus uñas estén bien cortadas.
- Vete al baño un par de veces antes de salir de casa. Nada más despertarte y antes de salir por la puerta. No querrás tener que parar a mitad de carrera por un despiste como este.
- Si el día es soleado, toma precauciones. Aplícate crema solar, coge tu gorra, usa colores claros y ponte tus gafas de sol, te evitarán molestias por la luz, el viento y la contaminación.
- Llega temprano. No hay nada peor que un imprevisto de última ahora que nos pueda poner todavía más nerviosos. Sal pronto de casa y llega temprano al punto de inicio de la carrera. Empieza a relajarte y disfruta. ¡Ya queda menos!
- Sal y corre despacio. No hay prisa, lo importante es cruzar la meta. Sal despacio y corre despacio. No hables con los demás, concéntrate en tu carrera y reserva energías para los 10 últimos kilómetros. ¡Las necesitarás!
- Bebe en cada avituallamiento. A pequeños sorbos, y nunca agua fría. Ten en cuenta que tienes muchos kilómetros por delante.
- Y confía en ti. Estás cansado, disfrútalo. Nadie dijo que correr 40 km era fácil. Piensa que es normal, y céntrate en la línea de meta. ¡Lo conseguirás!